mascarillas para motoristas

El número de accidentes de tráfico en España es una de las cifras más altas de Europa. Según el último informe de la DGT, en el año 2017 se produjeron 41.

437 accidentes en nuestro país, lo que supone un incremento del 3,6% respecto al año 2016. De estos accidentes, 3.

143 tuvieron como consecuencia la muerte de una o varias personas, lo que representa una tasa de mortalidad de 7,5 por cada 100.000 habitantes.



La mayoría de los accidentes de tráfico se producen por una mala conducción, ya sea por exceso de velocidad, alcoholemia o distracción. Sin embargo, en muchas ocasiones, los accidentes no son culpa del conductor, sino que se deben a una mala circulación o a un mal estado de las vías.



Por esta razón, es importante tomar ciertas precauciones al volante, como llevar el cinturón de seguridad puesto, no utilizar el móvil mientras se conduce o, en el caso de los motociclistas, llevar una mascarilla para protegerse del polvo y el viento.

Las mascarillas para motociclistas son un elemento de seguridad fundamental, ya que protegen al conductor de las inclemencias del tiempo y le permiten respirar mejor cuando circula por carreteras de tierra o polvorientas.



En el mercado existen diferentes tipos de mascarillas para motociclistas, desde las más básicas hasta las más complejas, con filtros de aire y sistemas de ventilación.

Para elegir la mascarilla adecuada, lo primero que debemos tener en cuenta es el tipo de conducción que vamos a realizar.

Si vamos a circular por carreteras abiertas, podemos optar por una mascarilla más sencilla; pero si vamos a hacer una ruta por senderos o pistas de tierra, es recomendable elegir una mascarilla con un filtro de aire para evitar inhalar polvo o arena.

Otro factor a tener en cuenta es el tamaño de la mascarilla.

Las mascarillas para motociclistas se fabrican en diferentes tamaños para adaptarse a la forma de la cara de cada persona. Es importante que la mascarilla se ajuste bien al rostro para evitar que entre aire por los laterales.



Por último, también debemos tener en cuenta el precio de la mascarilla. Las mascarillas más complejas, con filtros de aire y sistemas de ventilación, suelen ser más caras que las más básicas.

No obstante, si vamos a utilizar la mascarilla con frecuencia, es recomendable invertir en una de buena calidad.